Con lágrimas en las mejillas..

Querida afortunada:
Esto es para ti, por si consigues ser algo de él, me encantaría que supieses estas cosas para que le hagas feliz, para que se sienta el chico más especial, que es lo que es.
Hazle caricias por todo el cuerpo, despacito, suave, que le entren escalofríos. Tócale el pelo, dile lo guapo que es, dale besos que le lleguen, que le toquen el corazón.
Con tu dedo, bordea sus labios, muy lento, admira el contorno que tienen, valora que puedes tocarlos. Abrázale a más no poder, hasta que te falte el aliento, sientante encima suyo, y si os tumbais, deja que apoye su cabeza en ti. Arrimate a su pecho, siente el latido de su corazón, te darás cuenta que es la canción más bonita que has escuchado nunca. Mientras tanto, agarrale de la mano, entrelazando sus dedos con los tuyos, aprieta fuerte e intenta que no te suelte.Hazle tortitas, le encantan.
Lo más importante, hazle reir, hazle llorar de felicidad y hazle sentirse el chico más feliz del mundo, es lo único que pido, cuídale y quiérele mas que a ti, por favor.

Está por medio la ilusión del verbo amar.

Soy tan imperfecta.. Que lloro viendo una película romántica, soy tan torpe que cuando llueve en el charco más grande vengo a tropezar, que cuando llevo dinero encima voy y lo pierdo, que en el momento menos oportuno me da el ataque de risa, que me enfado cuando no tengo motivo, que grito tanto que me quedo sin voz, que cuando quiero a alguien por mi orgullo me alejo, que si tu me miras yo te aparto la mirada, que cuando mis amigas me prestan su ayuda yo me mantengo al margen, me meto en conversaciones ajenas, que soy de esas de las que llevan los bolsillos llenos de monedas del día anterior, que me paso las noches en vela sin poder dormir, que a veces soy tan tímida que nose ni hablar, Pero sabes que? Que mi imperfección es lo que me hace realmente única.

Moveré cielo y tierra si hace falta.

+Hacemos una cosa? -Que? +Yo grito: ¡TE QUIERO! y tú sonríes. -Y después? + Después te acercaras ami y me darás un beso. -No. +¿No? -No, después de que tú grites que me quieres y yo sonría, yo gritaré que te amo me acercaré a ti y te daré uno de esos besos en los que notas que la ropa estorba.

Poco a poco, como siempre.

Deja de fingir, no te sirve de nada, algunas cosas es mejor dejarlas ir, no te mientas, déjalo ir, imprevista libertad, ni tiempo, ni metas... libertad. Te sientes traicionada por la vida, te vienes abajo, como un huracán que destruye aquella casita, por un momento piensas que el corazón no te late, la sangre se te hiela, no corre por las venas, te quedas sola, tú y tus lágrimas en el silencio de una habitación. +¿No me lo podrías haber dicho directamente? Me has echo pensar en muchas cosas, a cada cual peor. Suerte, tu no sabes lo que es esto. Y sin más te alejas dejando atras los recuerdos, los besos, los abrazos y... a él. Y esque duele a más no poder, pero enfin, esto es lo que te toca, te toca superar y rehacer. Olvidar y crear, la vida es una prueba continua, te desafía y tú, inocentemente aceptas.

¿Para siempre? Eso no existe..

...Y te perdí. Porque si de algo estoy totalmente segura en esta vida, es que te he perdido. Yo no estoy ahí, ni tu aquí. Los días siguen pasando ajenos a mí. Adiós a aquellas noche contigo, y esos amaneceres en tus brazos. Ahora que no estas puedo sentir el frío, el frío de saber que no volverás. Mientras en mi cabeza siempre la misma pregunta. ¿Porqué?¿Porque la mala suerte siempre me acompaña?¿Porque no puedo olvidarte de una puta vez? Pero las preguntas se quedan ahí sin respuesta, si la tienen tampoco quiero saberlas. Seguir hacía delante sin ningún motivo me parece tan absurdo... Ahora comprendo que no existen las almas gemelas, la eternidad tampoco, dijiste para siempre, y hoy te digo que para siempre no existe. Todo termina, y este es el fin de nuestra historia.

Y conseguir alcohol.

Ella camina a paso firme, con la cabeza bien alta, con la mirada al frente. Por dentro está deshecha pero por fuera no va a permitir que eso se refleje. Tiene los ánimos por los suelos, pero lo soluciona con unos tacones de 10 centímetros. El día es gris, pero ella lleva gafas de sol. No le apetece, pero sonríe. Lo ama locamente, pero disimula diciendo que lo odia. Prefiere quedarse en casa, pero sale a comerse el mundo. Porque al fin y al cabo, si ella no lo hace, nadie lo hará por ella.